Sólo una historia

Una vieja historia que ha quedado en el olvido como quedaron también todas aquellas emociones, ella siguió su vida, ahora no es más que eso: una historia...

El tiempo avanzaba lentamente, la tarde caía sobre aquel lago de cristal y los colores en el cielo se mezclaban unos con otros confundiéndose en un bello atardecer. El agua estaba en calma, demasiado tranquilo alrededor, el sol parecía sumergirse en la delgada línea que corta el horizonte... y ella se encontraba ahí, sentada al final del viejo muelle, con sus pies descalzos rozando la superficie del agua mansa, esperando que todo aquello lograra tranquilizarla, deseando que aquel paisaje le brindase la paz que tanto anhelaba para poder ordenar sus pensamientos, hasta entonces todo era tan confuso, desde hacía varios días atrás su corazón sufría enormemente, un dolor intenso se había apoderado de su ser, la había enfermado y ya se reflejaba en su exterior, en sus ojos se observaba tristeza y cansancio, parecía distante, extraviada, perdida. Estaba deprimida, demasiado como para seguir viva, pero que tonterías el desear morir... en esos momentos ella lo deseaba más que nada, prefería morir, sí, morir que renunciar a él, sin embargo tenía que hacerlo, sus destinos los llevaban por caminos diferentes, los arrastraban a cada quien por su lado, sin la esperanza de llegar a estar juntos un día, no había más que hacer, todo había terminado y ella lo sabía... y si no luche lo suficiente? se preguntaba una y otra vez, y si no hice todo lo posible? se atormentaba a si misma... el cantar de un ave la devolvió a la realidad, el sol ya se había ocultado por completo y las estrellas comenzaban a brillar, era tarde, hora de volver a casa, hora de olvidar de una vez por todas aquellas culpas y aquel dolor, hora de seguir fingiendo que todo estaba bien, que ya lo había olvidado, que era feliz sin él, hora de ponerse la máscara y sonreír, hora de regresar a su vida vacía sin él...