Me haces falta

No sé cuándo fue, en qué momento del camino empezamos a separarnos, comenzamos a crear un vacío en nuestra relación... Recuerdo cuando era pequeña y me sentaba en tus piernas mientras me contabas esas mágicas historias de tu vida en las que te veía como un superhéroe, como el más grandioso de los hombres, el más sensato, simplemente el mejor.

Cuando salíamos de día de campo y en cada sitio que veía una linda flor o un animalejo que llamaba mi atención tú te detenías para que yo pudiese apreciarlo mejor. Cuando me engañabas de la manera más sutil para que yo terminara mis verduras o me dejase poner esa terrible inyección. Aún recuerdo los besos de buenas noches cuando acostada en mi cama me arropabas y apagabas la luz diciendo: “hasta mañana, descansa mi amor”.

Pero el tiempo pasó y poco a poco sin saber por qué, todo cambió y de pronto me vi muchos años más grande yendo a dormir sin mi beso de buenas noches, cerrando una puerta y apagando la luz.

Trato de recordar escudriñando el ayer en busca de una explicación y vuelvo en mi mente una y otra vez hasta el cansancio buscando los pedazos de nuestra vida en dónde lo nuestro se perdió, los repaso, los revivo uno a uno, pero por más que lo hago no encuentro la causa de nuestra separación, de esa brecha que entre los dos se abrió y que durante tantos años a pesar de estar a tu lado sólo se hizo más grande.

No sé si fui yo quien al crecer desgarro los lazos que me unían tan estrechamente a ti, no sé si fuiste tú quien se alejó de mi. Tú siempre tan ocupado te convertiste en la figura distante, lejana, y yo egoístamente me encerré en mi mundo. Aunque nunca te deje de amar ni tú a mi, no tuve la menor intención de atravesar aquel muro que piedra a piedra construimos entre los dos, quizás por miedo o por desgano, por no aceptar que las cosas habían cambiado y que ahora éramos casi dos extraños.

Sin darme cuenta los días se convirtieron en semanas y así en meses y años. Por circunstancias de la vida tuvimos que separarnos de verdad, llego el momento de salir de casa para hacer mi propia vida, en ese entonces jamás pensé que me serviría para darme cuenta del error que había cometido al permitir alejarme de ti, me di cuenta al tenerte lejos que no soportaba la distancia, no sólo la física, la emocional me estaba matando.

Así es como tomé esta decisión, no soporto más, espero y no sea demasiado tarde, ya de nada sirve preguntarme qué pasó, hoy sólo quiero recuperarte, hoy quiero salvar la distancia entre los dos, sanar las heridas provocadas por el tiempo, por el descuido, por el rencor. Hoy comprendo que no eres perfecto, más no por eso dejas de ser un gran hombre, eres aquel quién me enseñó lo bonito de vivir, quién me ha hecho en gran parte lo que soy. Hoy sé que estas orgulloso de lo que a mis espaldas has llamado ‘toda una mujer’, nunca me lo has dicho, sin embargo me enteré. Hoy reconozco que todos esos momentos que yo pensé me hacían daño sólo me hacían más fuerte, era tu forma de enseñarme que la vida es dura pero no por eso deja de ser bella. Hoy me doy cuenta que nunca quisiste lastimarme, sólo querías hacerme mejor. Gracias por lo que eres y por lo que has hecho de mi, no quiero dejarte ir, me haces falta, no puedo estar sin ti, te amo papá!