Pichonicidio

Mi ciudad tiene una hermosa catedral con una plaza que invita a sentarse y disfrutar de las cálidas tardes Hermosillenses, en lo personal me gusta visitar la plaza Zaragoza de vez en cuando, no precisamente porque sea una católica empedernida (pueden checar mi anterior post: Crisis Religiosa, que es referencia obligada) lo que quiero decir es que me gusta ir y sentarme en dicho lugar mientras me como un típico cóctel de elote y converso con mi acompañante preferida: mi prima Lupema. El caso es que cierta vez ella me contó un hecho singular, algo que de entrada me pareció gracioso, pero al percatarme de que no era broma alguna se convirtió en asombro, indignación y enojo. Se trataba de la historia de un padre que años atrás había envenenado a los pichones (palomas) que anidaban o simplemente se posaban en la arquitectura de aquella iglesia, argumentando que sus deshechos arruinaban la fachada de tal construcción por los componentes químicos de los mismos, fue un caso muy sonado, creo que las autoridades prohibieron al padre seguir con su tarea de ‘mantener limpia la fachada de la iglesia’ pero no pasó a mayores, es decir no hubo multas ni sanciones. El caso es que yo creí que ya jamás escucharía una historia semejante, pero oh sorpresa que me lleve el otro día cuando me enteré que El Imparcial (periódico muy importante de Hermosillo) había sacado una nota en la que describían hechos parecidos a aquellos que mi prima me había contado tiempo atrás, en la nota relataban lo que sucedió hace un par de días, cómo varios pichones murieron envenenados, me imagino que era un espectáculo aterrador ver a aquellas aves con los ojos ensangrentados y espuma en el pico cayendo de lo alto del edifico, verlos regados por todo el suelo. Según los distintos medios de comunicación algunos veterinarios hicieron pruebas pertinentes y descubrieron que se trataba de un veneno que acababa con la vida de estos animales en aproximadamente 25 minutos, y por supuesto y como era de esperarse en catedral se negó cualquier relación que se pudiese pensar la iglesia tenía con semejantes hechos, se lavaron las manos y dijeron no saber qué había ocurrido. No estoy acusando a la iglesia de nada, pero vamos me parece curioso que más de 50 aves aparecieran envenenadas en ese lugar, vienen a mi mente tantísimas preguntas, y arriesgándome a que algunos de mis familiares y amigos me sigan molestando con el apodo de ‘Greenpeace’ cuando hablo acerca de mis ideales ecológicos, no puedo evitar hacerlas, quizás exagere pero me parece estúpido que una institución que prohíbe el uso de preservativos por decir que ‘atentan contra la vida’ sea capaz de quitársela a estos seres vivos, es una ‘solución’ por demás incongruente con su supuesta ideología del respeto a la vida, de verdad que me da risa, me da risa la Iglesia o mejor dicho sus representantes que salen con estas ‘soluciones’, me dan risa por sus tonterías y contradicciones, pero sobretodo me provoca muchísimo enojo que esto suceda, aún no puedo creerlo.