Creo en la verdad, en la belleza y en la libertad, pero sobre todo creo en el amor . . .

miércoles, diciembre 10, 2008

No hay finales, sólo comienzos

19:09 fue la hora exacta que se imprimió en el ticket al momento de deslizar mi tarjeta por el reloj checador – la última vez – pensé…

Recuerdo como si fuera ayer aquellos días, recién egresada, saliendo al mundo real, atrás habían quedado las aulas, los amigos habían tomado caminos distintos, ahora cada quien se encaminaba a lo que sería su vida. Siempre quise trabajar en una gran compañía, tuve la fortuna de no esperar demasiado, habían pasado sólo un par de meses desde que terminé la universidad cuando tuve mi oportunidad.

El comienzo fue interesante, un reto, a pesar de tener muy claro desde el principio que no iba a quedarme allí, que sería pasajero, tal vez un año, cuando mucho dos, sólo un tiempo para aprender y afinar los detalles de mi verdadero proyecto, de lo que realmente deseo.

El tiempo pasó, a veces rápido y a veces lento, pero pasó, y después de cientos de experiencias, de mucho aprendizaje, de algunos compañeros inolvidables y un par de buenos amigos, después de tantísimas vivencias, muchas risas y carcajadas, de unas cuantas lágrimas y cóleras, después de estrés y de presión, de relax y diversión, después de exactamente un año y ocho meses me encontraba ahí, atravesando el umbral de aquella oficina ya vacía. Me detuve por un instante, tratando de grabar aquella imagen en mi mente, cerré los ojos y di un respiro… los abrí de nuevo y salí.

Hoy comienzo una nueva etapa en mi vida, la misma que desde hace tanto tiempo soñé, la que he venido esperando desde hace mucho, por la que tanto he luchado, no sé qué me depara el futuro, no sé qué va a suceder, pero si de algo estoy segura es de que voy por el camino correcto. Hoy sé que no hay finales, sólo comienzos.