Creo en la verdad, en la belleza y en la libertad, pero sobre todo creo en el amor . . .

lunes, marzo 09, 2009

en el tiempo...

Era un día hermoso de un mes que ya no recuerdo, pero cierro los ojos y veo claramente el cielo azul abriéndose ante nosotras por aquel camino enclavado en cerros que conduce a la sierra de Sonora, la belleza del lugar es asombrosa, una extraña combinación de arbustos de aspecto seco y de color marrón bordeando la carretera con los verdes mezquites que crecen un poco más allá, a orillas del río.

Llevábamos las ventanillas del auto un poco abajo para poder disfrutar del clima que era sumamente agradable, la música a un volumen que permitía cantar sin que nuestras voces desentonaran con la armonía, nuestra típica hielera improvisada (jajajaja) y esa alegría pueril que inundaba nuestro mundo cuando estábamos juntas. Hablábamos de todo y de nada, que fácil era pasar el tiempo a su lado, no había nada mejor que escucharla reír.

Es increíble cómo la vida te presenta a personas que son tan afines a ti, que llegan a tu vida y se instalan para quedarse siempre a tu lado, aunque no estén físicamente, se vuelven un complemento, una necesidad, ella es para mí la perfección de la amistad, mi amiga Lilian.

Cierro los ojos y puedo revivir nítidamente esos instantes, éramos felices, nos sentíamos tan libres… la carretera ante nosotras, la música y nuestras risas… nos encaminábamos hacía Ures, un pequeño pueblo enclavado en el Norte dónde nos esperaba nuestro tercero, Gabriel, otro de mis mejores amigos, de nuestros mejores amigos, “los tres inseparables”, simplemente ‘nosotros’.

Cuando nos reunimos con él resolvimos pasar el día en el campo, en un claro bordeado por grandes eucaliptos donde el verdor cubre la mayor parte de la tierra, así fue como nos pusimos en marcha, actualizándonos de las últimas novedades y hablando de no sé qué más, llegamos en pocos minutos y nos instalamos en unas mesas de camping a charlar, simplemente pasar el tiempo juntos.

Las horas se hacían nada y seguíamos ahí, de repente en el cielo que hacía unos minutos atrás era de un intenso color azul, sobre nuestras cabezas comenzamos a ver nubes grises y sin tiempo para reaccionar la lluvia comenzó a caer, y no se trataba de una simple lluvia ligera, eran gotas pesadas las que caían y comenzaban a empapar nuestras ropas, la primera reacción fue intentar salir corriendo y alcanzar el coche, pero en seguida estallaron las risas y nos quedamos ahí, simplemente bajo la lluvia.

Cierro los ojos de nuevo y revivo una y otra vez las emociones que recorrían mi cuerpo, que me colmaban por completo, es simplemente indescriptible, podía sentir cada gota de lluvia tocando mi piel, el viento que se abría paso mientras abrazaba mi silueta, la melodiosa armonía de risas sobresaliendo de los sonidos del campo, ‘qué tiempos aquellos’ me digo, qué tiempos…

Guardo en mi esos momentos, esos instantes que jamás olvidaré, y cuándo me pregunto ‘qué es la felicidad?’ vuelvo a ellos, la felicidad es eso, instantes… y gracias al cielo puedo decir que he tenido muchos instantes :)

Hoy a muchos kilómetros de distancia me puse a recordar, y no tienen una idea de cuánto los extraño, de cuánto me hacen falta… pero sobretodo de cuánto los aprecio, Lili, Gabo, a pesar del tiempo y la distancia siempre estarán en mi, gracias x todo, gracias x estar… bueno, sé que no se puede tener todo en la vida al mismo tiempo y yo tomé mi decisión, pero como les dije siempre, soy como una de esas pelis de horror, siempre hay una segunda parte ;) y amenazo con volver, hasta siempre! Los adoooro! muaks