Creo en la verdad, en la belleza y en la libertad, pero sobre todo creo en el amor . . .

lunes, octubre 31, 2005

de poemas

…y les he dicho que me gusta la poesía? Jorge Luis Borges, Alfonsina Storni, Gustavo Adolfo Bécquer, Juana de Ibarbourou, Rubén Darío, Jaime Sabines, Mario Benedetti, Salvador Días Mirón, José Ángel Buesa, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Octavio Paz y otros tantos anónimos y aficionados que han llenado mi alma de encanto, mis ojos de lágrimas y mi vida de ilusión… son muchos lo que he leído, algunos más los que sé de memoria y otros los que han salido de mis pensamientos, sin embargo hay uno sólo que provoca en mi tantas emociones, uno sólo que a mis ojos tiene infinita belleza… recuerdo la primera vez que lo leí, tendría yo unos 12 años, me pareció lo más lindo que había leído jamás, hoy a mis 20, lo sigo leyendo, recitando en mi memoria, y aunque he leído otras tantas cosas bellas, este poema sigue ocupando el primer lugar…



Sonatina

La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso olvidada se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!

-¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!

Rubén Darío

domingo, octubre 16, 2005

dónde está?

Dónde está? hace tiempo no la veo, hace tiempo no la siento, acaso se fugo por la ventana o simplemente se me ha caído del bolsillo, la olvidé entre las sábanas o se ha quedado en un cajón... qué pasó? acaso me abandonó por el mejor postor, se deslizó de entre mis dedos, se cayó de mi tintero, quizás se me perdió aquella noche de lluvia negra, resbaló con ella de mi piel... no lo sé, sólo quiero encontrarla, deseo recuperarla, la necesito de nuevo en mi, si alguien la ha visto avíseme por favor, es linda y un poco ingenua, posee una pizca de inocencia que a veces la hace un tanto infantil, va vestida de sueños, carga con ella miles de ensueños, huele a ilusión, camina tranquila como flotando entre nubes de algodón, a veces sorprende con su ocurrencias, a veces arranca sonrisas, otras, preocupaciones, lágrimas y risas... la necesito a mi lado, no saben cuánto la extraño... inspiración... dónde está?